El Gobierno de Cantabria califica de "inadmisibles" los impactos del parque eólico Garma Blanca y rechaza su instalación en los Valles Pasiegos
La comarca de los Valles Pasiegos conforma uno de los paisajes más singulares de Cantabria |
26/4/2021
El Ejecutivo de Miguel Ángel Revilla informa desfavorablemente sobre el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto de Green Capital Power, filial de Capital Energy, entre los términos municipales de Arredondo, Entrambasaguas, Miera, Riotuerto, Ruesga y Solórzano, proponiendo al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que haga decaer la Declaración de Impacto Ambiental.
Para el Gobierno autonómico, en el diseño del parque eólico Garma Blanca se aprecian situaciones e impactos "inadmisibles", "no compensables" y "no mitigables" por parte de la empresa promotora fruto de un detenido estudio y análisis técnico por parte de la Dirección General de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático de Cantabria.
Entre los puntos que se valoran negativamente, para la Administración regional, figura el hecho de que el Estudio de Impacto Ambiental presentado no analiza "la necesaria interrelación" con los demás proyectos de parques eólicos de su entorno impulsados por el mismo promotor (los proyectos Amaranta, Ribota y Quebraduras), dado que comparten línea de evacuación y la subestación eléctrica, constituyendo "un parque eólico único" que, en consecuencia, requeriría un único Estudio de Impacto Ambiental.
Además, el informe señala que el proyecto no contempla alternativas de acceso desde el municipio de Riotuerto al punto de instalación de los aerogeneradores, que se descarta por la Dirección General por ser “inasumible” por las “afecciones críticas” que produciría y que adolece del análisis de verdaderas alternativas de localización, constructivas y de configuración tecnológica del parque eólico y de los aerogeneradores que lo componen.
El parque eólico Garma Blanca plantea para el Gobierno cántabro, asimismo, "una inaceptable localización de infraestructuras sobre materiales kársticos con condiciones constructivas desfavorables que se sitúan además sobre una Zona protegida para el abastecimiento de agua a casi 30.000 personas, según el Plan Hidrológico de Cuenca de la Demarcación del Cantábrico Occidental, por lo que las construcciones previstas podrían alterar los procesos hidrológicos y la red de aguas subterráneas que conforman esa zona".
Por otra parte, "adolece de una valoración adecuada del impacto sobre la comunidad de aves rapaces que usa la zona como área de reproducción, campeo o paso y, de hecho, se sitúa en uno de los núcleos más importantes a escala regional para las rapaces rupícolas como el buitre leonado, con el 47% de los nidos existentes en Cantabria localizados en un radio de 15 km del parque, o el alimoche, especie catalogada como amenazada que mantiene en esa área casi el 12% de todos los nidos de la región".
Además, para el Gobierno cántabro, "la ubicación tiene un alto impacto sobre los quirópteros, el grupo de vertebrados que junto con las aves es el más afectado por estas instalaciones". El propio Estudio de Impacto Ambiental señala que, de los doce refugios visitados durante la realización del mismo, se detectó la ocupación por quirópteros en época de hibernación en nueve. Tres refugios importantes para quirópteros, identificados como tales en Cantabria, se encuentran en un radio de poco más de 5 kilómetros de los aerogeneradores.
De salir adelante el proyecto afectaría a un total de 38 paisajes relevantes de Cantabria, figura establecida en la Ley de Cantabria 4/2014, de 22 de diciembre, del Paisaje. De ellos, doce se encuentran en el entorno más cercano al parque, y uno de ellos, el Puerto de Alisas, se localiza en la propia ubicación del proyecto, lo que según la Consejería "choca con los objetivos de calidad paisajística contemplados en la citada Ley".
El proyecto condiciona también de manera relevante al papel de esa zona como corredor ecológico entre las cuencas altas del Miera y del Asón, y entre las montañas de la divisoria cantábrica y las comarcas costeras, "algo que tampoco ha sido adecuadamente valorado" según la Consejería.
Tal y como concluye el informe de la Dirección General de Biodiversidad, el Estudio de Impacto Ambiental del parque eólico Garma Blanca plantea solo los "teóricos efectos positivos en el empleo" pero sin analizar "en qué medida tienen repercusión directa en la zona y sin considerar si el proyecto pudiera interferir en los planes de puesta en valor del territorio, y por tanto con implicaciones económicas para las citadas estrategias o planes de desarrollo local".
Como ejemplo, la visión que tienen los municipios afectados por las instalaciones del parque eólico, expresada en las Estrategias de Desarrollo Rural Sostenible y Participativo aprobadas por la Consejería dentro de la iniciativa LEADER del Programa de Desarrollo Rural de Cantabria, que cuenta con la financiación del FEADER de la Unión Europea, "está muy vinculada a sus paisajes singulares, al desarrollo de la industria agroalimentaria basada en las producciones locales y al turismo rural y de la naturaleza, factores todos ellos ligados a paisajes culturales de alto valor y singularidad que constituyen un patrimonio intangible de esas comarcas", subrayan desde el Gobierno de Cantabria.
Igualmente, la Consejería de Medio Ambiente ha hecho referencia a la candidatura del Geoparque Valles de Cantabria a Geoparque Mundial de la UNESCO y en el que se integran los municipios de Arredondo, Miera y Ruesga.
Estos tres ejemplos, a diferente escala y con distintas perspectivas, ponen de manifiesto la existencia de una serie de propuestas de desarrollo rural, anteriores a la tramitación del proyecto Garma Blanca, que deberían haber sido analizadas en el Estudio de Impacto Ambiental para valorar la compatibilidad del parque eólico con las mismas y asegurar que el proyecto no supone un riesgo relevante para alcanzar los compromisos adoptados por esos municipios, como horizonte a medio y largo plazo, para la mejora de la calidad de vida de sus habitantes y la lucha contra el despoblamiento, factores sobre los que la ejecución del proyecto eólico de Green Capital Power podría tener un claro impacto negativo según lo expresado en su resolución administrativa por el Gobierno cántabro.