Ecologistas en Acción muestra su "rechazo rotundo" al nuevo proyecto de Black Dragon Gold y Exploraciones Mineras del Cantábrico en la mina de oro de Salave
Singular paisaje de las lagunas de Salave, donde Black Dragon Gold pretende abrir la mina |
25/9/2021
El colectivo advierte del elevado impacto ambiental del proyecto y que este pondría en riesgo el modo de vida de buena parte de la población del entorno dedicada a la agricultura, ganadería, pesca y turismo sostenibles.
Para la sección asturiana de Ecologistas en Acción, la situación de crisis ecosocial que se vive actualmente requiere, para atenuar sus efectos "un profundo cambio" en la forma de vida, comenzando por reducir el consumo de materiales y de energía, modificando el sistema de producción. En este sentido, para la entidad, "la minería es una actividad de alto consumo energético y que impacta gravemente sobre la biodiversidad", agravando con ello las dos manifestaciones más visibles de la crisis ecológica, como son el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
La organización ecologista recuerda que en la situación actual, para la obtención de materias primas debe de prevalecer el sistema circular, basado en la reutilización y el reciclaje frente al extractivismo.
UN NEGOCIO EMPRESARIAL CON IMPACTO NEGATIVO A NIVEL SOCIAL
Para Ecologistas en Acción, la apertura de la mina de oro de Salave por parte de la corporación Black Dragon Gold a través de su filial Exploraciones Mineras del Cantábrico "sólo tiene el objetivo del negocio empresarial" y contrariamente a su propaganda "no atiende a ningún objetivo de carácter social" rechazando que sean las empresas multinacionales y sus extensiones a nivel local las que, "dominadas por los fondos de inversión y bajo el chantaje de los puestos de trabajo", decidan cual debe ser el modelo productivo en una zona además, fuertemente vinculada a actividades tradicionales como agricultura, ganadería y pesca artesanal, además del turismo sostenible.
Por todo ello, Ecoloxistes n’Aición d’Asturies insta al Gobierno del Principado a elaborar un plan de aprovechamiento de los recursos mineros de la región "fundamentado en criterios de sostenibilidad ambiental y verdadera utilidad social", que fomente el reciclaje y la reutilización de materiales "y no ceda a las pretensiones extractivistas de una empresa privada que una vez explotado el yacimiento dejará la zona más degradada, con enormes cantidades de residuos que habrá que seguir controlando indefinidamente con dinero público".