Una investigación científica constata que los parques eólicos de la Serra do Xistral (Lugo) suponen una seria amenaza para las turberas de cobertor, hábitats clave para luchar contra el cambio climático

Hasta la implantación masiva de parques eólicos, la Serra do Xistral era uno de los ecosistemas más privilegiados de Galicia / Wikiloc

29.3.2023

El estudio ha sido publicado por 'Scientifics Reports', del grupo Nature, y está firmado entre otros por Pablo Ramil y Javier Ferreiro (Ibader, USC) en colaboración con varias universidades británicas.

Investigadores del Insituto de Biodiversidade Agraria e Desenvolvemento Rural del Campus Terra de la Universidade de Santiago de Compostela, junto a las universidades inglesas de Nottingham Trent y Loughborough ha logrado elaborar por primera vez una cartografía específica para valorar el impacto de las infraestructuras asociadas a la instalación de parques eólicos, como son las turbinas o las pistas de acceso, sobre las turberas de cobertor en Europa.

Las turberas de cobertor son, según explican los investigadores, un tipo de ecosistema natural que se sitúa en las cumbres de sistemas montañosos atlánticos con elevadas precipitaciones y bajas temperaturas. Las mayores extensiones de turberas están localizadas en Irlanda y Reino Unido, aunque también se encuentran pequeñas representaciones de este tipo de ecosistema natural en Noruega, Francia, Austria, Suecia, Portugal y España, donde la mayor parte de este tipo de hábitats están en Galicia.

Según detallan los autores, las turberas de cobertor cumplen un importante cometido a nivel de conservación, ya que son consideradas un tipo de hábitat de conservación prioritario a nivel europeo, lo que "supone una especial responsabilidad con respecto a su protección" y proporciona "importantes servicios ecosistémicos", al albergar "una salientable biodiversidad", ser "importantes reservorios de agua" y tener "un rol fundamental en el ciclo hidrológico como filtro natural" contribuyendo de este modo a la mejora de las aguas continentales.

Las turberas de cobertor -añaden los investigadores del Ibader y de las dos universidades británicas- "funcionan asimismo como sumideros de carbono a largo plazo", en un comportamiento natural que se ha demostrado clave para la mitigación de los efectos del cambio climático, dado que "estos hábitats singulares tienen una capacidad para secuestrar carbono hasta diez veces mayor que la de las superficies arboladas".

En este escenario, para los investigadores, "la instalación de parques eólicos sobre turberas de cobertor en los últimos 25 años supone una amenaza para su mantenimiento en un estado de conservación favorable, ya que afectan a su funcionalidad ecológica, a las condiciones del suelo, a la biodiversidad del hábitats y, en definitiva, a su capacidad de almacenamiento de carbono".

HIPÓTESIS DE PARTIDA

La hipótesis de partida de este trabajo gira alrededor de la idea de que, aunque la promoción de la energía renovables es una prioridad a nivel global, el establecimiento de parques eólicos sobre los ecosistemas de mayor valor de conservación como en el caso de las turberas de cobertor persiguiendo la obtención de una energía más sostenible "podría estar socavando la transición energética y la revolución verde", dos cuestiones, que a priori, constituyen uno de los principales objetivos de las sociedades actuales.

Frente a esta realidad -apunta la investigación-, existe una urgente necesidad de evaluar los impactos que los parques eólicos están produciendo sobre las turberas de cobertor "a fin de garantizar que los esfuerzos para cumplir los objetivos energéticos non pongan en peligro la conservación del medio ambiente y la capacidad de los ecosistemas naturales para retener carbono".

LAS TURBERAS DE COBERTOR GALLEGAS, LAS MÁS PERJUDICADAS POR PARQUES EÓLICOS

El trabajo desarrollado por los investigadores demuestra que las turberas de cobertor "más negativamente afectadas" en Europa por la instalación de parques eólicos son las situadas en Galicia y, de manera notable, las que se encuentran en la Serra do Xistral (Lugo). Este elevado grado de afectación responde, sobre todo, a la reducida superficie que este hábitat representa en Galicia respecto de la casuística de otros países, en los que las turberas de cobertor son un componente esencial de sus paisajes.

Las turberas de cobertor gallegas han sufrido graves e importantes alteraciones en su superficie como consecuencia de la masiva implantación de parques eólicos instalados entre los años 1999 y 2012, a pesar de que la mayoría de los emplazamientos fueron incorporados a la Red Natura 2000 desde 1999. Según señalan los investigadores "estas actuaciones no atendieron las evidencias científicas ya disponibles a través de trabajos del Ibader", que ya advertían de los potenciales riesgos ambientales para estos ecosistemas tan vulnerables.

Para los especialistas el daño potencial que pueden causar los parques eólicos a largo plazo a las turberas de cobertor aún no se conoce en detalle, pero "existen sobradas evidencias de los impactos negativos que tienen estos desarrollos sobre un hábitat prioritario y especialmente vulnerable que requiere de protección y restauración en toda Europa".