Más de 700 científicos y legisladores de 44 países se oponen a proyectos submarinos como el de minería de tierras raras en el monte Tropic (Canarias), que España rechaza

El monte Tropic es un volcán submarino cuya cumbre se encuentra a 970 metros de profundidad al sur del archipiélago canario / Wikimedia Commons

21.6.2023

Una declaración internacional del expertos en el ámbito marino insta a detener la explotación minera de aguas profundas. 

Un total de 765 especialistas en ciencias y políticas marinas de 44 países respaldan el documento, que alerta de que las profundidades marinas albergan una parte fundamental de la biodiversidad del planeta con una mayoría de especies aún por descubrir. Según señala el texto, además, "la riqueza y diversidad de los organismos de las profundidades marinas sostienen los procesos ecosistémicos necesarios para el funcionamiento de los sistemas naturales de la Tierra".

Por otra parte la declaración recuerda que las profundidades oceánicas constituyen "más del 90% de la biosfera y desempeña un papel clave en la regulación del clima, la producción pesquera, y el ciclo de los elementos" pero que los fondos marinos se encuentran actualmente sometidos a la presión de una serie de factores de carácter antropogénico como el cambio climático, la pesca de arrastre y la contaminación. "La explotación minera de los fondos marinos se sumaría a estos factores de estrés, lo que provocaría una pérdida de biodiversidad y de funcionamiento de los ecosistemas que sería irreversible en escalas de tiempo multigeneracionales" -añade el documento-.

Así, el documento de que la minería de aguas profundas podría fomentar "la pérdida directa de especies y poblaciones únicas y ecológicamente importantes como consecuencia de la degradación, la destrucción o la eliminación del hábitat del fondo marino, muchas de ellas antes de haber sido descubiertas y comprendidas". Por otra parte "la producción de grandes y persistentes penachos de sedimentos afectarían a las especies y ecosistemas del fondo marino y de las aguas medias mucho más allá de los lugares de extracción en sí", interrumpiendo importantes procesos ecológicos que conectan los ecosistemas bentónicos y de aguas medias".

A mayores, el paper alerta del peligro para pesquerías de importancia comercial como la del atún, pues "la resuspensión y el vertido de sedimentos, metales y toxinas en la columna de agua, tanto por la explotación de los fondos marinos como por el vertido de aguas residuales del proceso minero desde los buques iría en detrimento de la vida marina". Además "la contaminación acústica derivada de la actividad de la maquinaria industrial en el fondo del océano y del transporte de lodos de minería en tuberías hasta la superficie del mar podría causar estrés fisiológico y de comportamental a los mamíferos marinos y otras especies".

La declaración explica que "existe una escasez de información científica rigurosa sobre la biología, la ecología y la conectividad de las especies y los ecosistemas de aguas profundas, así como sobre los servicios ecosistémicos que proporcionan". Y sin esa información "no se pueden comprender plenamente los riesgos potenciales de la minería de fondos marinos para la biodiversidad, los ecosistemas y el funcionamiento de los fondos marinos, así como para el bienestar humano".

RECHAZO A LA MINERÍA SUBMARINA EN EL MONTE TROPIC

En noviembre de 2021, el Parlamento de Canarias, con los únicos votos en contra de PP y Ciudadanos, aprobó una resolución contra la minería en el monte submarino Tropic en virtud del principio de cautela o precaución y hasta haberse investigado sus efectos sobre el medio ambiente marino que podría conllevar la extracción de tierras raras y otros elementos de interés comercial como el telurio, pidiendo al Gobierno de España la adopción de una prohibición expresa de la minería submarina de aguas profundas bajo su jurisdicción, solicitando que este y otros volcanes submarinos presentes en la zona gocen de la máxima protección ambiental.

El Gobierno de España, finalmente, se ha unido a otros países como Francia, Alemania, Ecuador, Costa Rica o Chile para exigir en todos los estamentos internacionales de los que es partícipe una moratoria sobre la minería submarina considerando el daño que puede ocasionar la extracción minera a los ecosistemas de aguas profundas, de los que apenas se tiene conocimiento científico pero donde la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza valora que hay un elevado nivel de biodiversidad "de vital importancia para la humanidad", apoyando de este modo la posición reflejada en la Estrategia de Biodiversidad de la UE 2030, que aboga por la necesidad de garantizar que no se lleven a cabo proyectos de minería submarina hasta que pueda determinarse con precisión sus efectos sobre el medio ambiente.