Los problemas de ingeniería eólica y la escasez y elevado coste de las materias primas hunden a Siemens Gamesa: la empresa cerrará el año con pérdidas estimadas de 4.500 millones de euros
Los problemas de ingeniería en sus aerogeneradores están provocando a Siemens Gamesa un impacto económico muy difícil de asumir / Wikimedia Commons
25.10.2023
Los fallos en aerogeneradores, que diversas fuentes calculan que podrían alcanzar hasta el 30% de las unidades en funcionamiento, conducen a la compañía al desastre financiero, ya que en los nueve primeros meses del año el gigante alemán ha comunicado un agujero económico de gigantescas proporciones.
Los cálculos de Siemens Energy anuncian la tormenta: 3.718 millones en pérdidas, con un resultado total previsto a finales de año que rondaría los 4.500 millones de euros de descenso en su 'profit warning', según ha comunicado en septiembre al sindicato UGT el consejero delegado de la compañía Jochen Eickholt.
El impacto en los balances contables mantienen a la empresa al límite por la necesidad de cubrir el pago de garantías a sus clientes, teniendo en cuenta el arreglo de fallos a futuro e incluyendo las compensaciones por los retrasos en las entregas y el lucro cesante provocado por los propios aerogeneradores, unas horas cuidadosamente pautadas en los planes empresariales.
MÁS RÁPIDO DE LO DEBIDO
La industria eólica se ha expandido con rapidez en los últimos 20 años, disminuyendo sus costes y aumentando la eficiencia y el rendimiento con aerogeneradores de cada vez mayores dimensiones. Según la patronal del sector, WindEurope, esta reducción de costes se ha logrado gracias a la innovación tecnológica en las turbinas eólicas y la superación de los límites de ingeniería, que ahora parecen haber tocado techo pues si un aerogenerador modelo tenía un megavatio (MW) de potencia actualmente se encuentran en desarrollo modelos de 15 MW. Esta situación ha multiplicado la cantidad y amplitud de los retos, tanto en diseño de componentes a nivel de ingeniería como en la necesidad de materiales escasos, caros y difíciles de conseguir.
En referencia a esto, WindEurope calcula que la subida de precios de las materias primas ha incrementado el precio de los aerogeneradores hasta en un 40% en los últimos años, un problema que se ha visto aumentado tras la invasión rusa de Ucrania, dos países que son grandes suministradores de elementos como níquel o acero, indispensables en la infraestructura eólica.
UNA SITUACIÓN PROBLEMÁTICA PARA TODA LA INDUSTRIA EÓLICA
Ante la situación imperante los analistas temen que los problemas de Siemens Gamesa se extiendan a toda la industria eólica, un mercado operado por unas pocas compañías y liderado por Vestas, que junto a Siemens Gamesa, General Electric o Nordex están en una enloquecida carrera por proporcionar una mayor rentabilidad a las grandes eléctricas, algo que a la vista de la situación actual parece estar reñido con los límites de la ingeniería y la funcionalidad real de los nuevos prototipos, mucho más grandes pero también mucho más frágiles.