Las cooperativas agroalimentarias reclaman apoyo institucional contra el proyecto de tierras raras de Quantum Minería y piden a la Junta su rechazo: "No es germen de riqueza para la provincia de Ciudad Real y generará despoblación a largo plazo"
Los representantes de las cooperativas agroalimentarias han explicitado su rechazo al proyecto de tierras raras de Quantum Minería en Ciudad Real / Creative Commons |
23.7.2024
Las entidades recuerdan a las Administraciones que pertenecen a un sector consolidado "y ampliamente reconocido a nivel nacional e internacional".
En este sentido, han sido 20 las cooperativas agroalimentarias las que han exigido respeto a los productores y el mayoritario sentir de rechazo de la ciudadanía al considerar que la actividad extractiva defendida por la mercantil Quantum Minería "no es germen de riqueza para la provincia sino que generará despoblación a largo plazo", por lo que piden a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha un rechazo contundente a la propuesta teniendo en cuenta el desfavorable coste-beneficio que entraña y sus múltiples riesgos de cara al futuro.
Los colectivos profesionales han detallado que según el último informe elaborado por Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha el 10,5% de la población mayor de edad de la Comunidad autónoma está asociada a alguna de sus entidades y el 45% vive en el medio rural, lo que demuestra la relevancia social y económica de estas empresas en la región y la necesidad de brindar toda la protección y el apoyo institucional pertinente a sus actividades. De hecho, el 14% de la base social de cooperativas españolas es socia de una cooperativa en territorio castellanomanchego y el 32% de las familias de la Autonomía percibe rentas de alguna de ellas.
Las cooperativas recuerdan que la provincia de Ciudad Real tiene, por derecho propio, un peso específico dentro de este ámbito con 101 entidades que ofertan productos de referencia como el aceite de oliva o el vino a nivel regional, pero también otros como los cereales, la producción hortofrutícola y los productos ganaderos que, más allá de la economía local, fomentan la expansión y comercialización a nivel nacional e internacional de la producción de calidad castellanomanchega.
"Es en este contexto donde una actividad como la minería de tierras raras no tiene sentido, no sólo porque el proyecto Neodimio es tan sólo un conato incipiente de lo que los verdaderos planes de la empresa podrían suponer para buena parte de la provincia de Ciudad Real durante una fase de explotación, sino porque expertos del ámbito científico han alertado que esta actividad es incompatible con la protección del medioambiente y la biodiversidad que sustenta la actividad agropecuaria", han expuesto los colectivos profesionales.
Las cooperativas han detallado que "el suelo no puede ser considerado como un elemento inerte de quita y pon sino que se trata de un ser vivo" en el que "tanto su biodiversidad microscópica como los distintos elementos de la cadena trófica integrados en el mismo son responsables de numerosos procesos ecológicos que son claves en la producción agrícola".
"Los organismos del suelo actúan como agentes primarios para la conducción de nutrientes, la regulación de la materia orgánica y la reorganización del ciclo del carbono al modificar su estructura física y favorecer el almacenamiento de agua, aumentando la disponibilidad de nutrientes para la vegetación y por extensión la salud de las plantas. Estos servicios no sólo son esenciales para el funcionamiento de los ecosistemas naturales, sino que constituyen un recurso vital para la gestión sostenible de los sistemas de producción de alimentos saludables", han concretado.
"Los suelos agrícolas, y más en un contexto de sequía como el actual, desempeñan un papel fundamental en la sostenibilidad del medioambiente y por ende en la producción agroalimentaria. Por ello, es crucial protegerlos de actividades que puedan poner en riesgo su fertilidad y productividad. Y no olvidemos que pese al 'garantismo' de la actual legislación minera que algunos defienden -cuya base es de carácter preconstitucional- esta no ha podido evitar auténticos desastres ambientales en diferentes puntos de la geografía nacional que sí han terminado afectando a los sectores productivos", han explicado las entidades agroalimentarias, mostrando igualmente su preocupación ante las "intenciones declaradas de la empresa" ante la posibilidad de tratar mineral de otros países en la provincia, mineral que en el caso de las tierras raras cuenta con la presencia de trazas de elementos radioactivos como el torio y el uranio. "Sencillamente, convertir la provincia de Ciudad Real en una suerte de vertedero de residuos contaminantes para el beneficio de unos pocos no es solución ni futuro ni es compatible en modo alguno con una actividad como la nuestra que dinamiza socialmente, genera empleo y otorga un merecido prestigio a nuestra región", han denunciado los grupos agroalimentarios insistiendo en que, desde el año 2017, han sido tanto la Junta de Castilla-La Mancha como los propios tribunales de Justicia los que han rechazado los proyectos de la empresa al determinar que son "incompatibles e inviables desde el punto de vista medioambiental" respaldados por informes de múltiples entidades de referencia como la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) o la Fundación Internacional para la Restauración de los Ecosistemas (FIRE).
"En contraste, la actividad de las cooperativas agroalimentarias tanto en Ciudad Real como en Castilla-La Mancha es un elemento vertebrador a nivel económico y social que resulta esencial esencial para enfrentar el desafío demográfico y garantizar la sostenibilidad del medio rural al fijar población, aportar un impagable valor añadido al territorio y garantizar futuro y estabilidad a las familias. No estropeemos un sistema productivo de garantía a cambio de promesas inciertas establecidas para el beneficio de especuladores", han sentenciado las cooperativas.
El comunicado ha sido suscrito por Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha, la Cooperativa de segundo grado Campo de Montiel (Villanueva de los Infantes), la Cooperativa Vinícola de Valdepeñas (COOVIVAL), la Cooperativa Nuestra Señora Antigua y Santo Tomás de Villanueva (Villanueva de los Infantes), la Cooperativa Santa Catalina (La Solana), la Cooperativa Galán de Membrilla-Bodegas Rezuelo (Membrilla), la Cooperativa olivarera Nuestra Señora del Pilar (Castellar de Santiago), la Cooperativa de aceite San José (Castellar de Santiago), la Coperativa vinícola del Santísimo Cristo de la Misericordia (Castellar de Santiago), la Cooperativa panadera Santa Ana (Castellar de Santiago), la Cooperativa aceite Cristo del Valle (San Carlos del Valle), la Cooperativa Cózar de la Sierra (Cózar), la Cooperativa Virgen del Valle (Viso del Marqués), la Cooperativa San Gregorio (Almedina), la Cooperativa San Bartolomé Apóstol (Santa Cruz de los Cáñamos), la Cooperativa San José (Villamanrique), la Cooperativa San Isidro Labrador (Villanueva de la Fuente), la Cooperativa olivarera San Isidro (Torrenueva) y la Fabrica de aceites San Sebastián (Santa Cruz de Mudela).